VIH
Para empezar este espacio quiero decirle mi querido lector que la idea
principal que me llevó a tomar la decisión de escribir fue usted. Quiero que
esta columna no sea sólo mía sino que la haga propia para que la pueda compartir
con la persona más cercana a usted y otros más, con la finalidad de que vivamos
y nos alegremos en compartirla.
Me entristecen todas las lágrimas que tengo que secar de jóvenes,
hombres y mujeres que se acercan a mí
por el dolor que hay en su corazón a causa de que le acaban de diagnosticar que
es una nueva persona que se suma al grupo de infectados por el VIH.
Por eso esta página le abre la oportunidad para que se informe de lo
que se sabe hasta este momento acerca de la infección, cómo evitarla, sus
manifestaciones, qué cuidados debe tener y qué probabilidades de vida tiene un
infectado, de ésta manera le podremos ganar la batalla a la muerte.
Quiero empezar por comunicarle que fue lo que primero se supo acerca
del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH): En 1981, un equipo del Centro de
Control de Enfermedades ICDC de Estados Unidos publicó el primer informe sobre
cinco casos de neumonía por Pneumocistis carinii en hombres jóvenes, y algunos
de ellos homosexuales, algo poco común. Casi
simultáneamente se publicaron varios casos de sarcoma de Kaposi en pacientes
jóvenes y los acontecimientos se sucedieron vertiginosamente. Ambas eran
enfermedades raras que aparecían sólo en sujetos inmunodeprimidos, es decir,
sin capacidad para defenderse de las infecciones y de algunos tumores.
Al año siguiente las autoridades
de salud norteamericanas acuñaron las siglas SIDA (Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida) para englobar el creciente número de casos de
colapso del sistema de defensas en hombres hemofílicos, usuarios de drogas
inyectadas y homosexuales. Un año más tarde se conocieron los dos primeros
casos de mujeres con SIDA.
En pocos meses se describieron casos similares en
otros países occidentales, fundamentalmente europeos, y cundió la alarma. ¿Qué
estaba pasando? ¿Por qué de pronto aparecían casos raros entre la desenfadada y
joven comunidad homosexual de San Francisco y Nueva York?
Desde esta fecha se han tejido una serie de
teorías acerca del origen del VIH. Muchas de estas teorías han sido descartadas
por no tener una base científica; hasta que ahora solo circulan dos hipótesis.
Los dos partes del origen del VIH, que ahora es generalmente aceptado, que el
virus ha tenido su origen en el VIS (Virus de Inmunodeficiencia Símica),
transmitido al hombre por el chimpancé.
Un grupo de
científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos (Nuevo México) han rastreado
el origen del virus que causa el SIDA utilizando una sofisticada computadora,
capaz de hacer billones de combinaciones matemáticas, se ha podido recomponer
las mutaciones que ha sufrido el VIH y calcular cuando pasó de un chimpancé a
un hombre por primera vez. El resultado es que el VIH se originó en 1930 en
algún lugar de África central. El primer caso conocido del virus VIH en África
se remonta al año 1959, en la sangre almacenada en un laboratorio de un
individuo de sexo masculino del Congo.
La hipótesis
más criticada es la que hace referencia a que el VIH fue creado en un
laboratorio e introducido en la población humana a través de la ciencia médica,
con el fin de acabar con la alta taza de natalidad. Dentro de esta hipótesis
existen diferentes teorías. El virus supuestamente se introdujo a los seres humanos
a partir de los estudios de las vacunas contra la poliomielitis realizados en
África durante los años 50. Según los científicos que apoyan esta teoría, la
transmisión hacía los humanos se inició cuando se utilizaron riñones de
chimpancés para preparar la vacuna contra la poliomielitis. Una teoría que
otros consideran improbable; según los estudios hubiese sido necesario que al
menos nueve virus distintos hubiesen sido inoculados al hombre a través de
estas vacunas. Otra teoría destaca que el VIH fue desatado por vacunas contra la Hepatitis B (HB),
desarrolladas parcialmente en chimpancés y que fueron utilizadas de manera
preventiva en algunos grupos de población. Estos hallazgos explican
científicamente, por primera vez, cómo el VIS en los chimpancés, estrechamente
relacionado con el VIH, saltó repentina y simultáneamente de especie, a los
seres humanos, en dos continentes lejanos entre si: África y Estados Unidos.
Los cuatro lotes de vacunas HB, que se creen estaban contaminadas con
secuencias genéticas comunes al VIH, se inyectaron a personas viviendo en la
ciudad de Nueva York y en el África central. Según algunos investigadores, esto
podría explicar mejor cómo y por qué se produjo un súbito brote simultáneo de
cuatro cepas importantes de VIH por lo menos, en dos continentes lejanos entre
sí, en dos poblaciones demográficamente distintas. (Continuará)
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